Las zanahorias destacan por su riqueza en beta-caroteno, sustancias de acción antioxidante que protegen a las células frente al ataque de los radicales libres. Además, contienen vitamina E, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B

La zanahoria, un vegetal con muchas propiedades saludables | Reinhold P.

Aunque existe una gran variedad de zanahorias, de diferentes tamaños y colores, la más común es la que presenta un bonito tono anaranjado y un agradable sabor dulce que cobra protagonismo en cremas, purés, sopas y otras propuestas gastronómicas.

La zanahoria, oriunda de tierras afganas, se extendió por el continente europeo en pleno siglo XVII y hoy se ha convertido en la hortaliza más consumida en todo el mundo. Estas raíces comestibles no solo resultan atractivas a la vista, sino que también destacan por su aporte nutricional. Y es que la zanahoria posee una gran cantidad de propiedades beneficiosas para la salud desconocidas para la inmensa mayoría de los mortales.

El agua es el componente mayoritario de la zanahoria, seguido de los hidratos de carbono. Esta hortaliza resulta muy saludable por su gran contenido en beta-caroteno o provitamina A, pigmento orgánico al que debe su llamativo y característico color. Se trata de una sustancia con potente poder antioxidante que protege frente a la acción destructiva de los radicales libres, agentes que atacan nuestras células produciendo su envejecimiento prematuro y degeneración, y aumentando el riesgo de afecciones cardiovasculares, cáncer y enfermedades degenerativas.

Los carotenoides, entre los que se encuentra el beta-caroteno, reúnen otras muchas virtudes como las de proteger las arterias, mantener la salud visual y contribuir al buen estado de la piel, las encías y los dientes.

Además de ser rica en beta-caroteno, la zanahoria es fuente de vitamina E (también de acción antioxidante) y de vitaminas del complejo B, tales como ácido fólico, vitamina B3 o niacina. En lo que respecta a su contenido mineral, subrayamos el aporte de potasio, calcio, fósforo, yodo y magnesio. El potasio potencia la actividad del riñón y favorece la eliminación de las toxinas que se acumulan en el organismo, mientras que los folatos que contienen las zanahoriasayudan a tratar o prevenir la anemia.

Gracias a la considerable cantidad de fibra que poseen, se recomienda el consumo de zanahoria a la hora de prevenir el estreñimiento, disipar los gases y aliviar las molestias estomacales.

Desde antaño la zanahoria representa un elixir de la juventud y se utiliza para mantener la piel hidratada y lucir un bronceado espléndido durante más tiempo. Dado que se le atribuye la capacidad de proteger la dermis contra los daniños rayos ultravioleta y que reporta otros múltiples beneficios a nuestra piel, los laboratorios cosméticos a menudo incluyen la zanahoria en la formulación de cremas faciales, corporales y aceites.

Cocinar con zanahorias

Para que las zanahorias conserven todos sus valiosos nutrientes, conviene lavarlas con esmero, rasparlas y rallarlas justo antes de consumir. Si las zanahorias son de cultivos ecológicos no es necesario retirar la piel. Aunque la mejor manera de aprovechar sus innumerables beneficios sea comerlas crudas, esta hortaliza admite diversos métodos de cocción.

Lo ideal es no cocinar en exceso las zanahorias para no alterar su sabor y valor nutritivo. Una buena opción consiste cocer las zanahorias al vapor y aliñarlas con aceite de oliva, sal, pimienta, vinagre o zumo de limón. Además, se pueden preparar a la crema o puré, a las finas hierbas, a la jardinera o la parrilla.

fuente: muyenforma.com