ENERGÍAS SOSTENIBLES
Cuáles son los impactos del uso de fuentes de energía no renovables en el ambiente
Efecto invernadero. Contaminación. Pérdida de recursos naturales. Lo que viene de la mano con la energía no renovable.
En 2020, cuando el gobierno anunció el Plan Gas para reactivar las inversiones en Vaca Muerta, Greenpeace calificó al yacimiento como una "bomba de gases de efecto invernadero (GEI)". Agregó que su explotación significa la liberación de 50.000 millones de toneladas de dióxido de carbono CO2, uno de estos gases.
En la Argentina, en 2020, un 61% de la energía fue generada por plantas térmicas, cuyo combustible es el gas, el fuel oil, el gas oil o el carbón. Es decir, recursos limitados y que emiten GEI. Estos gases forman una capa que retiene los rayos infrarrojos, lo que repercute en el fenómeno que conocemos como cambio climático.
Aquí te contamos cuáles son los impactos del uso de fuentes de energía no renovables en el ambiente.
Cuáles son los impactos del uso de fuentes de energía no renovables en el ambiente
La quema de combustibles fósiles utilizados en las centrales térmicas convencionales libera una gran cantidad de GEI. Para evitarlo, desde Greenpeace proponen una "descarbonización" total de la producción energética para 2030 y del abandono del petróleo y el gas como combustibles para 2050.
En la misma dirección, hace una década, World Wide Fund for Nature (WWF) y Ecofys publicaron el Informe de la Energía Renovable; 100% de energía renovable para 2050. En síntesis, imaginan un escenario posible en el que, ese año, el 95% de la energía provendrá de fuentes renovables.
Los recursos no renovables (en especial, derivados del petróleo, gas natural y carbón), además de ser cada vez más escasos y caros, perjudican el ambiente. El cambio climático se traduce en desertificación, inundaciones y eventos meteorológicos extremos. En 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que el cambio climático provocaba unas 150.000 muertes al año.
Dos tercios de los GEI provienen de la generación de electricidad y de la industria. Las centrales térmicas basan su funcionamiento en vapor producido a alta presión y temperatura, que pone en funcionamiento una turbina.
El problema con este tipo de centrales radica en que necesitan de recursos no renovables y cuya quema libera los mencionados gases. En la Argentina, la mayoría de las centrales térmicas se abastecen de gas natural, fuel oil, gas oil y carbón natural.
Durante décadas, la energía nuclear apareció como una alternativa válida ante las centrales térmicas. Las centrales nucleares se basan en la fisión de átomos de uranio, y su aporte al mercado eléctrico es menor (4%).
Pero este combustible tampoco es renovable y aunque sus emisiones de GEI son inferiores a las de las centrales térmicas, las nucleares producen residuos tóxicos cuya degradación puede tardar miles de años.
Otra opción son las centrales hidroeléctricas (en el país contribuyen con el 25% de la electricidad), basadas en un recurso ilimitado: el agua. Emiten muy pocos GEI, pero pueden tener efectos adversos ya que modifican los ecosistemas de agua dulce donde se construyen.
En los últimos años, en la Argentina, creció la participación de las energías renovables que, a diferencia de las anteriores, utilizan recursos ilimitados y no contaminan. Este es un gran paso hacia la "descarbonización".
¿Cuáles son las energías renovables? Las que provienen de fuentes ilimitadas y que no emiten gases de efecto invernadero. En nuestro país, representan el 10% de la producción de energía.
La principal es la eólica, cuya "materia prima" es el viento que genera energía cinética (movimiento) luego transformada en electricidad mediante turbinas. Le sigue en importancia, la energía solar, que aprovecha la luz y el calor del sol que llega a la Tierra.
La energía solar se convierte en energía eléctrica de manera bastante simple gracias a las celdas fotovoltaicas, compuestas de silicio. Este material tiene la propiedad de generar corriente eléctrica cuando son sometidos a la radiación solar. Esto ocurre porque la luz del sol libera electrones que crean un flujo de energía eléctrica.
Otra fuente renovable recibe el nombre de biomasa, constituida por materia orgánica. Sus principales fuentes son los restos de la poda de cultivos, de la limpieza de montes forestales, residuos de la industria alimenticia, de la ganadería o la agricultura. Incluso, la mitad de la basura domiciliaria está compuesta por materia orgánica.
El biogás es un gas renovable que, a diferencia del gas natural, proviene de residuos sólidos de la industria, la ganadería e, incluso, de aguas residuales. Se obtiene mediante la degradación anaeróbica de esos residuos para su posterior transformación en energía o combustible.