AGRICULTURA
Smart Farming: agricultura de precisión para alimentar al mundo
La humanidad practica la agricultura desde hace más de 12.000 años, y en ese tiempo, no ha cambiado mucho. Con la excepción de los avances en los aperos de labranza, que llevaron de hacer agujeros en el suelo con un palo a la máquina cosechadora, hace medio siglo la mayor parte de la humanidad plantaba alimentos como sus antepasados más remotos.
Todo esto cambió con la Revolución Verde a partir de los años 70 del pasado siglo, que introdujo nuevas semillas, mecanización, sistemas de riego y sobre todo, fertilizantes artificiales. Gracias a estos avances, la humanidad ha duplicado su población en medio siglo, pero como todos los avances, se está quedando corto.
Según la FAO, para 2050 será necesario aumentar la producción agrícola en un 70% para alimentar a los 9.700 millones de personas que se espera que habiten el planeta.
Al mismo tiempo, el mundo se enfrenta a los problemas asociados los fertilizantes artificiales, que se producen quemando gas natural, y por tanto están sujetos a los vaivenes del mercado, la política, la guerra, y a la falta de recursos hídricos por el calentamiento global. Estos recursos están gestionados de forma muy poco eficiente.
Se calcula que la mitad de los fertilizantes aplicados a los cultivos se malgastan. En España, un país supuestamente avanzado, una cuarta parte de los cultivos se riegan por inundación, lo que supone un inmenso desperdicio de agua por evaporación y escorrentía. Otro tanto se puede decir de la aplicación excesiva de pesticidas y herbicidas.
¿No sería mejor regar, fertilizar y fumigar solo en la medida que las plantas lo necesitan? Esto es algo fácil de hacer en entornos controlados, como los cultivos hidropónicos, pero complicado en los campos. Aquí es donde la tecnología puede ayudar.
La agricultura inteligente o smart farming, también conocida como agricultura de precisión, es un enfoque moderno de la agricultura que utiliza la tecnología y el análisis de datos para aumentar la eficiencia y la productividad, reduciendo al mismo tiempo los residuos y el impacto medioambiental.
La agricultura de precisión implica el uso de sensores, cartografía GPS y otras tecnologías digitales para recopilar y analizar datos sobre el suelo, el clima, la salud de los cultivos y otros factores que afectan a la agricultura.
Todas estas tecnologías forman parte de la llamada Cuarta Revolución Industrial, centrada no ya en aumentar la producción, sino en la eficiencia y la sostenibilidad. La agricultura inteligente permite a los agricultores tomar decisiones informadas sobre siembra, fertilización y cosecha, basándose en datos en tiempo real y modelos predictivos.
Esto ayuda a optimizar el rendimiento de los cultivos, reducir los costes de los insumos, como el agua, los fertilizantes y los pesticidas, y minimizar los residuos y el impacto medioambiental.
Algunos ejemplos de tecnologías agrícolas inteligentes son:
La agricultura ha sido el sustento de la humanidad durante milenios. Si queremos que lo siga siendo, no solo tiene que producir más, sino producir más con menos, usando como fertilizante la inteligencia, tanto humana como no humana.
Fuente: elDiario.es - Noticias de actualidad - Periodismo a pesar de todo