Las diseñadoras proponen prendas de calidad, con morfologías básicas que aplican tanto para verano como para invierno. "Lo que cambian son las materialidades, en verano el algodón y en invierno lanas", detallan. Ambas aclaran que la idea no es estar atrás de las tendencias sino proponer un estilo atemporal, que mezcla sastrería y prendas más casuales, que incluso tienen un guiño deportivo. Se destacan las prendas oversized que definen una silueta lánguida, siempre bajo el universo del pret a porter. "La idea es que sea una colección urbana, ponible, pero que tenga una vuelta de tuerca, por ejemplo, se puede encontrar un blazer con un bolsillo escondido, o forrería hecha a partir de descartes de prendas de colecciones anteriores. La idea es tener detalles distintos, una propuesta diferente", asegura Sarah.
Recientemente, la marca fue seleccionada en el Concurso de Diseño Emergente de Puro Diseño por una prenda-abrigo hecha con organza de seda teñida con palta y con retazos de colecciones anteriores dentro que la hacen cozy y abrigada. "Se ata en los hombros lo que hace que uno pueda usarla de diferentes maneras. Estas prendas son las más experimentales y tienen una conexión con nuestros trabajos anteriores. En sí, nuestras colecciones no nacen y mueren tienen una circularidad que se da por la reutilización de materiales, se trata de un concepto que se reinventa permanentemente", dice Elizabeth.
Qué materias prima usa esta marca
En cuanto a las materias primas para la confección de sus diseños, en invierno el corderoy de algodón y las lanas de llama o merino son las elegidas, mientras que en verano utilizan hilado de algodón, lino, cupro y organza de seda. También incorporaron el rPET o polietileno tereftalato, que es un material plástico PET que se consigue a partir del reciclado de botellas plásticas. Además, en su producción, Haches busca sumar emprendedores que trabajen bajo la misma línea, "por ejemplo, trabajamos con una emprendedora que hace algodón recuperado, es decir que vuelve a unificar las fibras de algodón ya usadas para hacer un nuevo hilado. Nuestra idea es estar en contacto con pequeñas productoras que puedan aportar y que tengan un concepto similar al nuestro. Se trata de tejer una red entre las personas que tratamos de impulsar el diseño consciente o ético", dicen.
A la gente le interesa cómo se hacen las prendas de una manera sustentable, pero la decisión de compra no pasa tanto por quién lo hizo, cómo o con qué sino por el precio.
Pese a que en el país cada vez hay un mayor interés por este tipo de propuestas alineadas en el cuidado del planeta, Sarah y Elizabeth consideran que todavía no se considera una necesidad. "A la gente le interesa cómo se hacen las prendas de una manera sustentable, pero la decisión de compra no pasa tanto por quién lo hizo, cómo o con qué sino por el precio", aseguran. De todas formas, ambas coinciden que, la tendencia es hacia una moda más sustentable. "Este contexto social, político y económico no le ayuda a nadie. Si estuviésemos con esta marca, con este mismo concepto y esta misma idea en un país que no esté pasando por la situación actual, estamos seguras de que la gente estaría más interesada", sostienen. Su showroom está en el barrio de Palermo Soho en la Ciudad de Buenos Aires, solo con cita previa, y también tienen venta online a través de su página https://hachess.com/.
En su última colección a la que llamaron Balneario hicieron una colaboración con el artista plástico Richard Sturgeon, padre de Sarah, que intervino algunas de las prendas. La inspiración viene de un verano de película de los años setenta, de la Costa Azul y el verano en la costa argentina de las diseñadoras. La idea es repetir estas colaboraciones con otros artistas en sus próximas colecciones. Entre otros de sus proyectos, ambas diseñadoras aseguran que planean trabajar con cooperativas y evalúan la posibilidad de derivar un porcentaje de sus ventas a alguna ONG.
Fuente: https://www.cronista.com/