AGRICULTURA

Con una idea de la pandemia crearon un robot que elimina plagas de cultivos

Destacan el ahorro de agua y dinero que esta nueva herramienta puede generar a los productores al reemplazar los agroquímicos

Lumi Agro (Teembú SAS) se unió a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para desarrollar una plataforma robótica autónoma para eliminar microorganismos de cultivos de frutilla utilizando luz ultravioleta. El objetivo es usar menos insumos químicos en este cultivo.

Lumi, robot para frutillas

El proyecto, que cuenta con el apoyo económico y seguimiento de la Fundación Sadosky, usa radiación ultravioleta corta (UV-C) para eliminar hongos, enfermedades y plagas. Esto permitirá contar con tecnología avanzada que hoy no está disponible en el mercado y resolver una de las limitaciones más importantes que tienen los productores de frutillas a la hora de exportar. Actualmente, un equipo formado por investigadores del SINC (Sistemas e Inteligencia Computacional) de la UNL y tecnólogos de la empresa Lumi trabajan en el prototipo final que pronto estará disponible.

El proyecto de Lumi nació en la pandemia cuando crearon equipos de luz ultravioleta que eliminaban distintos microorganismos entre ellos el SARS-CoV-2. Con este proyecto, la firma Lumi, recibió varios premios y reconocimientos. Luego, con la llegada de las vacunas, decidieron volcar sus desarrollos al rubro del agro teniendo en cuenta otros estudios relacionados al uso de luz ultravioleta en cultivos.

¿Cómo funciona el robot? La radiación ultravioleta, dura o de onda corta (UV-C), se ha utilizado para desinfectar el aire, el agua y, hasta cierto punto, en la industria de alimentos en tratamientos poscosecha en verduras y frutas antes de su embalaje para eliminar hongos que causan su descomposición.  

Con aplicaciones semanales de pocos segundos y dosis muy bajas alcanza para evitar que crezcan microorganismos. “La luz UV-C es la misma luz que irradia el sol. Estamos usando algo que ya existe en la naturaleza, aplicándolo directamente sobre la planta de otra manera. Esto no daña las frutas, no le cambia las propiedades, y se obtiene una fruta que dura mucho más en góndola sin pesticidas”, detalló Romero Ayala. 

Asimismo hay más beneficios: uno es el ahorro de agua y dinero que esta nueva herramienta puede generar a los productores al reemplazar los agroquímicos. Y por otro lado, se abren nuevas posibilidades de exportación. "Cada vez se están prohibiendo más agroquímicos y pesticidas en el mundo, lo cual hace que se pierdan oportunidades de exportar a otros países”, agregó el CEO de Lumi.

Actualmente en Argentina existen unas 1.700 hectáreas de frutillas y se cosechan alrededor de 50 mil toneladas anuales. Santa Fe, Corrientes, Jujuy, Buenos Aires y Tucuman son las principales provincias productoras. A nivel internacional, nuestro país se ubica en la posición 34º como productor y 17º como exportador, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Nación. 

Insectos como polillas, mosca de la fruta, gorgojos y escarabajos; ácaros, pulgones y hongos como el mildiú, mohos limosos, rizopo y antracnosis, son solo algunas de las 200 especies de plagas que atacan a las frutillas. Por esta razones, a nivel mundial hay un especial interés en reducir los agroquímicos que se utilizan en el tratamiento de patógenos en frutas y verduras. 

Según el informe Dirty Dozen, realizado por la organización Environmental Working Group (EWG), la frutilla es la fruta con más pesticidas en el mercado. En Argentina se encontraron restos de hasta 17 plaguicidas en estas frutas de comercialización masiva. “La mayor parte de la producción de frutillas es para consumo interno”, enfatizó Romero Ayala, bioingeniero y CEO de Lumi Agro. 

Leonardo Giovanini, de la UNL, agregó: “Somos un grupo de investigación que hace 5 años nos volcamos al desarrollo tecnológico. Esta tecnología no es tan sencilla, porque está la parte mecánica del vehículo, la electrónica y la parte de sensores y de algoritmos. Es un trabajo complejo y sofisticado, lo que hace que sean proyectos que llevan tiempo. La Fundación viene a cerrar una grieta que existe entre los grupos de investigación y los empresarios, que se nota mucho en los sectores empresariales más tradicionales”.

“La idea es que para el año que viene podamos probar su funcionamiento en invernaderos”, adelantó. Desde hace más de 20 años se comenzaron a incorporar cada vez más innovaciones en las maquinarias rurales, “hoy en día esta tecnología está muy popularizada y tendrá un impacto muy grande en la producción agrícola”, finalizó Giovanini.

Apoyo de la Fundación Sadosky

La Fundación Sadosky es una nstitución pública privada cuyo objetivo es favorecer la articulación entre el sistema científico – tecnológico. El robot para frutillas fue una una de las 16 propuestas seleccionadas en la convocatoria Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software, que realizaron junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

La convocatoria Soluciones Innovadoras para Desafíos de Software se lanzó a principios del 2022 y se destinaron $100 millones al financiamiento de colaboraciones científico-tecnológicas locales para el desarrollo de proyectos en áreas estratégicas como salud, industria satelital, transición energética, bioeconomía y productividad en empresas de Software y Servicios Informáticos. Las ideas seleccionadas, recibirán durante 12 meses apoyo y acompañamiento para el desarrollo colaborativo de las mismas.

la Fundación Sadosky cuenta con el Área de Vinculación Tecnológica que promueve la innovación a través del estímulo a la interacción entre el sector académico y las empresas con proyectos a lo largo del país que buscan reducir estas brechas. Con el fin de acompañar adecuadamente a los equipos mixtos universidad-empresa, la Fundación diseñó un programa de formación de perfiles de Project Manager con las habilidades y conocimientos necesarios para la gestión de este tipo de iniciativas de vinculación.

“Estos proyectos requieren de conocimientos avanzados de computación y robótica que son generados en nuestros centros de investigación, pero además se necesita la experiencia de cómo utilizarlos para desarrollar soluciones que puedan ser efectivamente utilizadas en nuestra industria agropecuaria, algo que la empresa aporta al proyecto”, indica Ricardo Medel, coordinador del Área de Vinculación Tecnológica de la Fundación. “Nuestra convocatoria apuntó a buscar iniciativas como esta, que permite aplicar conocimiento local a soluciones innovadoras para mejorar la productividad de la industria y la salud de la población”, agregó.

 

 

Fuente: https://news.agrofy.com.ar/

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