AGRICULTURA

Cómo funciona el simulador de napas: una herramienta clave para predecir anegamientos en año Niño

También predice si va a haber falta de humedad en el periodo de un año; se trata de un proyecto del INTA con la Universidad de Río Cuarto

Saber qué hay debajo del suelo es un desafío, pero predecir a un año qué pasará es aún más. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad de Río Cuarto presentaron una herramienta de uso fácil para predecir el comportamiento de las napas freáticas.

Conocer esta información es útil para la toma de decisiones. “Permite dimensionar con un número cuál es el nivel de riesgo de inundación o de falta de agua, explicó el ingeniero agrónomo de INTA, Horacio Videla, durante el Congreso Aapresid 2023.

Al mismo tiempo; comentó que, al saber el nivel de la napa, la herramienta permite predecir si en un año Niño puede haber anegamientos. “En el caso de tener napa a una profundidad moderada, permite saber cuál es el nivel de aprovechamiento o el nivel de beneficio que podemos tener”, agregó.

Predecir las napas

Esta información permite al productor saber si debe cambiar su secuencia de cultivo. En una situación de mucha agua, podría intensificar el uso del suelo para tratar de consumir ese exceso. Caso contrario, bajar la intensidad de uso del suelo. 

Pero no solo puede predecir malas condiciones. “Si tenemos una situación donde la napa está en un nivel óptimo para el cultivo, y va a tener aporte de agua; ese cultivo que planifiquemos le debemos poner toda la tecnología porque el potencial de rendimiento va a ser muy alto”, explicó el ingeniero.

¿Cómo funciona el simulador de napas?

El modelo es muy sencillo ya que utiliza datos simples como el nivel freático, precipitaciones y evapotranspiración. El mismo fue desarrollado por la Universidad de Río Cuarto en 1997 y calibrado 20 años más tarde por Horacio Videla.

Para la calibración se recopilaron registros históricos de freatímetros de productores, precipitaciones y valores de evapotranspiración de referencia de una base meteorológica cercana.

Según los balances del simulador sean positivos o negativos se puede estimar la oscilación de la napa mes a mes. Lo interesante es que, a partir de variables muy simples como precipitación y evapotranspiración, es posible predecir y planificar campañas o simular tendencias en la napa ante años Niña, Niño o Neutro.

Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunos “ruidos” que ciertas variables pueden introducir al modelo. Por ejemplo, su uso es más limitado en ambientes de gran pendiente, ya que solo considera el flujo vertical de agua; esto es: entradas por precipitación y salidas por evapotranspiración.

La rotación de cultivos, la compactación o presencia de tosca, son otras de las variables que influyen mucho en la dinámica del agua y que pueden introducir errores en la predicción.

¿Qué pasa con la calidad de la napa?

El modelo mencionado permite estimar la dinámica de la napa en tiempo y espacio de la napa. Pero a pesar de tener alto impacto en la performance de los cultivos y ser determinante en el riesgo y severidad de una potencial salinización del suelo, poco sabemos de la calidad de este recurso.

Algunas de las variables que pueden ayudar a definir la calidad del agua de la napa es la conductividad eléctrica (CE), una medida indirecta de la cantidad de sales disueltas en una solución. Valores de 2 dS.m-1 dificultan el aprovechamiento hídrico y por encima de 4 dS.m-1 es una seria amenaza. 

El pH es otra variable clave - valores superiores a 7.5 dificultan la disponibilidad de nutrientes y están asociados a procesos de alcalinización-, al igual que la relación de adsorción de sodio o RAS - donde valores mayores a 15 son peligroso para la estructura del suelo-. El carbonato de sodio residual o CSR es un indicador que por encima de los 2.5 meq.L-1 implica riesgos de sodificación severa y permanente.

El uso de mapas de topografía, humedad en el perfil y pronósticos climáticos, permite diseñar estrategias ajustadas lote a lote para mitigar el impacto del ascenso freático, planificando diferencialmente la elección de especies, secuencias de cultivos, nivel de intensificación, uso de paquetes tecnológicos, labores, monitoreo y administración de riesgos.

Por ello, el monitoreo de la profundidad de la napa, se ha vuelto un ejercicio común en los campos.

Fuente: https://news.agrofy.com.ar/

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