AGRICULTURA
"Ensaladas premium": Los secretos de la hidroponia y cómo emprender para ser productivo, según los especialstas
Flavia Bordato es ingeniera agrónoma y se especializó en esta técnica. Creó su propio vivero en Bariloche, dio cursos y ahora se afianza en Estados Unidos. Algunos de sus alumnos armaron sus proyectos y triunfan en el exterior. Cómo es la experiencia de Maribel Jerez y Andrés Bartomeo.
Un rincón verde en medio del paraíso que es Bariloche. Invierno y verano y una producción de lechugas, albahaca y otras verduras de hoja en gran cantidad y de calidad premium. Así puede definirse el proyecto que generó Flavia Bordato, ingeniera agrónoma. “Me especialicé en esta técnica hace más de 10 años después de haberla conocido en un viaje a Fernando de Noronha, Brasil en 2005. Tenía curiosidad acerca de cómo la comunidad podía mantener un suministro regular de productos frescos, a pesar de tener una población de solo 400 habitantes. Pude conocer a la persona a cargo de la granja hidropónica. Este fue un momento que profesionalmente me cambió la vida”, revela a Forbes.
Tanto es así que, a partir de entonces, capitalizó los conocimientos que había incorporado en su carrera de Agronomía y la adaptó a su lugar en la ciudad rionegrina. La hidroponia consiste en cultivar sin suelo, en un medio líquido por medio del cual llegan los elementos nutritivos a las plantas. Según cuenta, las ventajas en la hidroponia son muchas comparadas con la agricultura tradicional.
“Una de las más importantes ventajas es el menor consumo de agua, dado que se recicla. Además, el espacio requerido es 4 veces menor; se tiene mayor control de las plagas y enfermedades con lo cual se puede realizar un control biológico; los cultivos tienen mayor velocidad de crecimiento; es un tipo de agricultura que se puede practicar en cualquier lugar y tipo de clima, lo que la hace ideal en lugares donde es imposible producir alimentos frescos”, resalta la especialista.
Todavía Flavia recuerda sus inicios en el cultivo de hortalizas durante todo el año en Bariloche. “Dadas las condiciones climáticas, no es fácil para el consumidor conseguir frutas y verduras frescas de manera local. La mayoría de las verduras que se consumen en Bariloche vienen de otras provincias y se considera que tardan aproximadamente 7 días en llegar a la mesas de los consumidores”, revela.
Luego de conocer esta técnica, comprendió que, si lo llevaba a su ciudad, podría ser una solución a este gran problema. “Junto con mi marido creamos Hidroponia Andina. Con este emprendimiento no solo abastecimos a particulares, sino que cada vez eran más las verdulerías, hoteles y restaurantes de la zona que acudían a nosotros para tener nuestros productos”, narra.