AGRICULTURA
EL PELIGRO DEL USO DEL “QUAD” EN AGRICULTURA
El uso del “quad” (cuatriciclo) en el sector agropecuario y forestal, en sustitución del tractor, se está generalizando de forma peligrosa y ocasiona accidentes mortales o muy graves, según denuncia el secretario general de la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras (Feagra-CCOO), Jesús Villar.
En una entrevista con Efeagro, Villar reclama a las autoridades comunitarias y nacionales que tengan en cuenta esta nueva realidad y que regulen tanto los requisitos técnicos, como la formación y cualificación específicas que requiere la conducción de estos cuatriciclos que se usan como tractores agrícolas.
Villar recuerda que la delegación jienense del sindicato ya lanzó, hace varios años, la voz de alarma ante la alta siniestralidad laboral por el uso indebido y masivo de un nuevo equipo de trabajo, el “quad”, en labores de recolección como los de la aceituna, actualmente en campaña.
Feagra-CCOO ha remitido una misiva a la Comisión de Agricultura y a la de Industria en la que señala que en España se han detectado unos vehículos tipo “quad” que se han homologado como tractores agrícolas con la legislación europea.
Sin embargo, constata Villar, estos vehículos se conducen a horcajadas sobre un sillín, y tienen manillar, por lo que presentan riesgos diferentes a los de los tractores convencionales.
El “quad” es un vehículo inicialmente concebido para el ocio y que, por lo tanto, no es específicamente de uso agrario, por lo que puede ser extremadamente peligroso, si no se tienen en cuenta unas determinadas precauciones de uso y manejo.
El principal peligro de su uso agrícola es la falta de experiencia en el manejo por parte de los trabajadores, dado que la legislación permite su conducción con el permiso de motocicleta o coche, según se recoge en un folleto sobre “Maquinaria de riesgo en la agricultura: aplastamiento por vuelco”.
Por sus características, la conducción del “quad” se hace complicada para el no experto y lo convierte en un vehículo propenso al vuelco debido a su la tracción trasera sobre un eje rígido que hace traccionar a las dos ruedas traseras a la vez.
Al hacer un giro, ambas ruedas dan las mismas vueltas, provocando que la rueda exterior tienda a dar saltos a poca velocidad y a volcar si la velocidad es mayor, se advierte en el folleto.
Homologado como tractor
Además, al estar homologado como tractor puede conducirse sin casco, de ahí que aumente el peligro, ya que es muy frecuente que vuelquen y, entonces, los accidentes suelen ser graves o mortales, insiste Villar.
Y también es habitual que se utilicen sin llevar guantes y botas para evitar rozaduras y golpes.
Se incrementan los riesgos cuando, para adaptar el vehículo para su uso agrícola, se altera la estructura soldando o atornillando una barra de hierro que lleva argollas, donde, por ejemplo, se enganchan los mantones que recogen la aceituna para arrastrarlos de olivo a olivo, que afecta a la estabilidad del “quad”.
Tampoco conviene olvidarse el daño medioambiental que ocasiona este vehículo, puesto que su potencia y su sistema de tracción hacen que patinen continuamente sus ruedas de tacos y deterioran el terreno que pisan.
La Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea, en su carta de respuesta a Feagra-CCOO, señala que los “quad” pueden homologarse como tractores si cumplen los requisitos aplicables a la categoría de tractores prevista recogidos en dos directivas (2003/37/CE y 2066/42/CE).
Además, señala que a partir del 1 de enero de 2016 seguirá existiendo la posibilidad de homologar esos tipos de vehículos como tractores con arreglo al Reglamento 167/2013 si entran en la categoría de tractores y cumplen todos los requisitos que se le apliquen.
Villar asegura que la entrada en vigor a comienzos de año del citado reglamento hace un flaco favor al sector, porque no advierte de la especificidad de estos vehículos y sigue sin definir “los riesgos asociados a su uso agrícola” por lo que reitera que debería incluirse una nueva categoría para su uso agropecuario y forestal ante el aumento de la siniestralidad laboral.
Insiste en que se utiliza ya de forma masiva en el sector agrícola, concretamente en el de la recogida de la aceituna; en ganadería, por ejemplo, para el manejo de las pacas de paja; y en el sector forestal para acceder a lugares remotos, de difícil acceso para el tractor.