Un antiguo proverbio anglosajón reza: “Una manzana al día nos ahorra la visita al médico”. Y la sabiduría popular rara vez se equivoca. Para algunos representa la fruta prohibida, otros la asocian de inmediato con la marca de un conocido dispositivo móvil y en el mundo de los cuentos de hadas evoca a la ingenua Blancanieves y el profundo sueño en el que cayó tras morderla. Si hay una fruta llamada a ser una de las grandes protagonistas en la salud del corazón, esa es, sin duda, la manzana.
La manzana es la especie frutal que se conserva durante más tiempo manteniendo su valor nutritivo. Una vez que descubras los múltiples beneficios que aporta y sus propiedades terapéuticas, seguro que no faltará ni un solo día en tu dieta. Te daremos algunas razones para consumir manzanas a diario y mantener las distancias con el médico, tal y como apunta el viejo refrán.
Con más de un 80% de agua en su composición y apenas 50 calorías por cada 100 gramos, la manzana nos hidrata y favorece la eliminación de residuos y toxinas que se encuentran en el organismo. Al ser rica en potasio, también reduce la tensión arterial.
La piel de la manzana contiene pectina y polifenoles, antioxidantes que mejoran el metabolismo de los lípidos. La pectina es una fibra soluble que protege la mucosa intestinal y que podría tener un efectivo preventivo sobre algunos tipos de cáncer, entre ellos el de colon, tal y como aseguran ciertos estudios. Asimismo, algunos ensayos clínicos constatan los beneficios de comer manzanas a la hora de prevenir enfermedades coronarias y trastornos metabólicos como la diabetes.
Lo que hace de ella una fruta “milagro” no son las vitaminas que posee, sino la numerosas sustancias fitoquímicas que combaten el cáncer y ayudan a reducir el nivel de colesterol en sangre. La quercetina, uno de estos compuestos fenólicos, actúa en la prevención de problemas cardiovasculares, asma y patologías inflamatorias como la artritis.
La báscula delata que consumir manzanas de forma regular no engorda, todo lo contrario,ayuda a perder peso. Tomar una manzana antes de comer o de cenar saciará tu apetito, evitando que llegues con un hambre voraz a la mesa y te comas todo lo que encuentres sin reparar en tu objetivo de tener un vientre plano. Además, es una buena aliada de la salud bucodental, ya que mantiene las caries a raya y los dientes sanos y relucientes con cada mordisco. Aunque no sea un sustituto del hilo dental, contribuye a la limpieza de las piezas dentales, regula el pH de la boca, refuerza las encías y reduce la formación de la placa bacteriana para que luzcas una sonrisa radiante.
FUENTE : MUYENFORMA.COM