La pomalaca, conocida también como la “manzana rosa”, es un fruto que si bien en apariencia nos recuerda una manzana, en propiedades y características difiere de la pomácea. Perteneciente a la familia de los mirtos, tiene un sabor dulce y fresco aunque, en algunos casos, puede resultar insípida y seca.

Originaria de Malasia, también está presente en países de Centroamérica como Costa Rica y El Salvador y de Sudamérica como Venezuela y Colombia. La fruta es similar a una manzana, de tamaño pequeño y un color rojo oscuro, aunque algunas variedades tienen una piel blanca o rosada. La pulpa es blanca con una gran semilla. 

La pomalaca destaca por su alto contenido en pectinas, considerada por muchos especialistas como un tipo de fibra. Además tiene vitaminas (A, B3 y C), minerales (calcio y hierro) y betacarotenos. Cada porción aporta 25 calorías, por lo que su consumo es ideal para quienes siguen una dieta equilibrada y baja en grasas. Además, sus hojas tienen un alto contenido de yodo, elemento protagonista en dietas de adelgazamiento.
 
En el sitio web Naturasan, informan que gracias a su alto contenido en vitamina C es considerada como una fruta adecuada en la protección frente a gripes y resfriados, además de aumentar las defensas. También destaca por contrarrestar la micción excesiva al ser capaz de controlar la sed, mejorando la hidratación del organismo.
 
En El Salvador su consumo es habitual para el tratamiento de diabetes, debido a que tiene un positivo efecto sobre el páncreas.
 
En la mayoría de los países la pomalaca es desconocida, sin embargo, sus propiedades lo posicionan como un fruto con potencialmente atractivo para quienes buscan nuevos cultivos que explorar.